La vida en la casa de acogida para mujeres
La vida en la casa de acogida para mujeres es colorida y diversa. Aquí vive una gran variedad de mujeres que han podido liberarse (y liberar a sus hijos) de situaciones violentas y todas tienen sus propias historias que contar. La casa de acogida para mujeres es un refugio que les ofrece un nuevo hogar y un lugar seguro donde descansar, para que puedan primero estabilizarse y luego planificar con apoyo su camino hacia una vida autodeterminada.
Cada mujer o familia tiene su propia habitación, donde puede encontrar paz y tranquilidad y retirarse. Todas las residentes comparten las cocinas y los baños y además hay una sala de juegos para los niños.
Para muchas mujeres, el ingreso a una casa de acogida para mujeres es un momento muy emotivo. Muchas de ellas sienten alivio y euforia por ser el comienzo de una nueva etapa de sus vidas, en la que pueden decidir por sí mismas. Al mismo tiempo, este momento también está asociado a muchas incertidumbres, ya que la vida de cada una de las mujeres y sus hijos suele cambiar radicalmente.
Una casa de acogida para mujeres no es una vivienda asistida, sino cada mujer debe ser capaz de cuidar de sí misma y de sus hijos. Esto significa que tiene que hacer sus propias compras, preparar los alimentos/comidas, etc. para ella y sus hijos y también mantener limpia su propia habitación asi como las zonas comunes en turno con las demás residentes. La vida cotidiana en la casa de acogida también incluye una reunión semanal. Todas las residentes adultas se reúnen aquí y pueden aportar sus deseos e ideas para la convivencia o hablar entre ellas sobre conflictos y problemas.
En la fase inicial de su estancia en la casa de acogida, las mujeres y los niños deben ser capaces de estabilizarse y recuperar lentamente la paz. Se trata de asimilar lo que han vivido y llegar poco a poco a una nueva fase de la vida y en la casa de acogida para mujeres. Desde el principio hasta que abandonen la casa se les ayuda, por ejemplo, a aclarar su situación económica, a encontrar una plaza escolar o de guardería para sus hijos, a dar los pasos legales hacia la separación o la custodia exclusiva, etc. Cada mujer y cada niño traen consigo su propia realidad de vida y, por tanto, también varían los distintos problemas y necesidades de cada persona. Por ejemplo, algunas mujeres están sometidas a mucho estrés y necesitan ser derivadas a servicios de traumatología o psicoterapia, otras tienen problemas de derecho de residencia y necesitan un apoyo especial, algunas mujeres pueden necesitar apoyo jurídico en asuntos penales o de custodia y derecho de visita.
Para las mujeres y los niños afectados por la violencia, su estancia en la casa de acogida para mujeres debe ser un momento de estabilización y reorientación. Pero también es un momento en el que se dan cuenta de que no están solas y de que otras personas se ponen de lado de ellas y les proporcionarán el apoyo que necesitan.
En la vida cotidiana en la casa de acogida tambien se celebran fiestas, hay excursióes/paseos juntas y las mujeres pueden disfrutar juntas de las pequeñas cosas de la vida cotidiana o apoyarse mutuamente en situaciones difíciles. La vida en la casa de acogida de mujeres es un dar y recibir.
Durante su estancia en la casa de acogida, muchas mujeres deciden que quieren mudarse a su propio piso. Una persona del equipo les ayuda a buscar vivienda. En 2022, más del 40% de las residentes de la casa de acogida de mujeres se han podido mudar a su propio piso.
La vida de los niños en la casa de acogida para mujeres
Cuando una madre sufre violencia, sus hijos también se ven afectados. Ellos mismos sufren directamente las agresiones violentas o ven y oyen cómo insultan, golpean y humillan a su madre.
Por regla general, las madres acuden a la casa de acogida con sus hijos. Para algunos niños, este traslado supone un gran reto. A menudo sólo pueden llevarse unos pocos efectos personales, tienen que dejar a sus amigos y cambiar de colegio o guardería.
Sin embargo, la mayoría de los niños están contentos de estar por fin a salvo.
El personal de la casa de acogida para mujeres presta especial atención a las necesidades de los niños. Les ayudan a integrarse en su nuevo entorno, a desarrollar nuevas ganas de vivir y confianza en sí mismos y a superar la violencia que han sufrido.
En la casa de acogida para mujeres hay varios espacios especiales para los niños, que ofrecen muchas oportunidades para la creatividad, el juego y la socialización. Hay programas individuales y de grupo para niños y jóvenes. Además de los programas individuales de música , hay actividades regulares en grupo, de acuerdo a de los intereses y la edad de los niños. Hay excursiones, visitas al cine o al museo. Celebramos juntos y nos divertimos mucho. Los niños y jóvenes también reciben apoyo en sus tareas, si lo necesitan.
La casa de acogida para mujeres es un lugar bueno y seguro para los niños!
Oferta
Música y programa creativo
Los niños y jóvenes pueden participar en un programa musical o creativo una vez a la semana. Dependiendo de su edad y habilidades, pueden aprender sus primeros ejercicios rítmicos, construir un cajón o aprender a tocar el piano. En el proyecto de arte, los niños pueden aprender diversas habilidades artísticas como pintura con los dedos, pintura con acuarelas y dibujo libre.